Conocido en Texas como Monterrey Oak, es uno de los árboles más nobles en nuestra flora regional. Su presencia es constante en los bosques de la reserva Cumbres de Monterrey.
Al ser resistente a una de las plagas de encinos más comunes, el Roble es una garantía en la reforestación urbana. En ambientes citadinos, los individuos provenientes de viveros suelen tener una copa regular piramidal, y su altura puede aumentar rápido.
Su follaje denso, y casi perenne en nuestra región proyecta una sombra ideal para reducir el impacto térmico de la urbanización.
Su raíz vertical y la posibilidad de elevar el tronco libre a más de tres metros permiten que esta especie sea altamente recomendada para avenidas, ya sea en camellones o banquetas amplias. A su vez, por ser considerado un encino de rápido crecimiento, el Roble es ideal para crear el efecto de “calles túnel” o aportar sombra a fachadas surponiente.
- A) Flores: verdes, vellosas, en grupos densos de hasta diez centímetros de longitud.
- B) Hojas: verdes, lustrosas, claras y opacas por el revés. Su forma es muy diversa (polymorpha). Entre ocho y quince centímetros de longitud.
- C) Fruto: bellota solitaria o en pares; madura a finales de octubre, principios de noviembre. De una pulgada de largo.